Me duelen los oídos, me desespera, me molesta. ¡A ti y a muchas! Empezaba a inundarme de una cantidad de emociones, que lo que me producían eran pensamientos negativos: ¡Qué mala mamá eres! ¡No sabes que le pasa a tu bebé! ¡No sabes cómo calmarlos! ¿Qué hago ahora, lloro con ella?

¿Sabes por qué me molestaba tanto? porque sentía que no tenía el control para saber que le pasaba a mi hija, me frustraba y me hacía sentir impotente.

Dios mío, sentía que me inundaba en un mar de emociones, o mejor en un vaso con agua.

La naturaleza es sabia y el llanto es el medio de comunicación que tienen los bebes para expresar lo que les pasa.

Descubrí que la angustia y la inundación de emociones que sentía, lo único que hacia era alejarme de mi objetivo: CONECTAR con mi bebe. Necesitaba calmarme, respirar y contar hasta 10, saber qué es lo que estaba sintiendo yo. Reconocerme como nueva en esta nueva labor. Aceptar que no era perfecta, que era humana y que estaba en el aquí y en el ahora conociendo al nuevo integrante de la familia.

Ella me estaba dando la oportunidad de conocerla. Era una bendición escuchar el llanto porque me estaba diciendo que le estaba pasando algo.

Necesitaba aprender a escuchar, verla a los ojos y estar sin distracciones. Aprender de sus movimientos corporales, aprender a conocerla para así poder anticiparme.

Solo el tiempo de calidad, de conexión, te da la clave para conocer lo que tu bebe te quiere comunicar. Un abrazo,

Vane

Y ¡Conéctate Mamá!